Nada como una casita en el campo o en la playa para desconectar del ajetreo del día a día ¿verdad? Este sueño se puede hacer realidad siempre que tengas ahorros o que cumplas una serie de requisitos para que el banco te conceda la hipoteca. En caso de segundas residencias, los bancos son más estrictos en conceder hipotecas, puesto que es más fácil que en momentos de apuros dejes de pagar esta hipoteca y no la de tu vivienda habitual.
¿Cómo son las hipotecas de segundas residencias?
Financiación máxima del 60 al 75%. En la vivienda habitual la financiación es del 80% pudiendo llegar hasta el 100% en algunos casos.
Plazo máximo de 25 años. Este plazo se puede alargar hasta los 40 años si hablamos de primera vivienda.
Interés más elevado
Una segunda residencia es una magnífica válvula de escape para desconectar que te aportará muchas alegrías, pero también tendrás más gastos extras como el de mantenimiento, impuestos etc..... Antes de hacer este paso, valora todos los pros y los contras.
